Tal vez a este libro no lo tengan en el radar como sucedería con alguno de Mishima, Akutagawa, Murakami, etc.
El mismo es un policial japonés titulado «Hanshichi, un detective en la época de los samurai», ed. Quaterni (España) y una selección de cuentos de la obra original 「半七捕物帳 」que se pronuncia «Hanshichi torimonochō» o «Los expedientes de Hanshichi».
Hanshichi, personaje creado por el escritor y dramaturgo Okamoto Kidō (岡本綺堂), es un detective cuya profesión y juventud se desarrolla en el siglo XIX durante el período Edo. O sea en los últimos años del Japón feudal, antes de que viniera la Restauración Meiji. Este libro compila las memorias de un Hanshichi en su vejez (ya adentrado en la Meiji) y está relatado como si el mismo Okamoto fuera testigo y amigo del detective.
Okamoto, fue autor de obras de teatro kabuki, quien atraído e influenciado por la literatura occidental (principalmente por Conan Doyle) y por sugerencia de sus allegados, decidió escribir una serie de detectives.
Lo interesante de este libro, es que si bien las historias de Hanshichi no poseen ese extremo raciocinio de Sherlock Holmes y sus historias son relativamente simples, sirve como documento histórico sobre la vida en el antiguo Edo (actual Tōkyō), el sistema de castas, las costumbres, las supersticiones y las referencias a obras de kabuki.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que parece ser la primera traducción de esta obra directo al español, sin pasar por inglés como idioma intermedio. Las notas son muy explicativas y serán de agrado para los estudiantes de japonés.
Esta editorial tiene otras obras japonesas traducidas, por lo que recomendamos visitar el sitio de la misma.
En 1803, una nave redonda encalló en la costa japonesa y una bella mujer emergió de la misma, vistiendo una vestimenta extraña y transportando una caja. Era incapaz de hacerse entender con los locales y su nave estaba marcada con una extraña escritura. Esta historia de una utsurobune, o “nave hueca” en la provincia de Hitachi (actual Prefectura de Ibaraki), se encuentra en muchos registros del Período Edo (1603–1868).
Del Hyōryūki-shū (Registro de náufragos) por un autor desconocido. Describe una mujer de alrededor 18 a 20 años de edad, bien vestida y hermosa. Su rostro es pálido y sus cejas y cabello son rojos. Es imposible comunicarse con ella, por lo que no es posible saber de dónde es. Sostiene una caja lisa de madera como si fuera algo muy importante para ella y mantiene su distancia. Hay unas frases misteriosas escritas en el bote. (Biblioteca Iwase en Nishio, Prefectura de Aichi)
Existen otras tradiciones orales sobre «naves huecas» a lo largo de todo Japón en el Período Edo. Tanaka Kazuo, profesor emérito de la Universidad de Gifu, enfocó su investigación en varios documentos que describe el incidente de Hitachi de 1803, e incluye ilustraciones de una bella mujer en una nave extraña.
Uno de los registros mejor conocidos es Toen shōsetsu (Cuentos Toen), una colección de historias fantásticas de 1825, la cual fue escrita por el círculo literario Toenkai. Otros son Ume no chiri (Polvo de ciruela) de Nagahashi Matajirō del año 1844 , como también colecciones como Ōshuku zakki (Nota de Ōshuku), Hirokata zuihitsu (Ensayos por Hirokata), y Hyōryūki-shū (Relatos de náufragos), que compilan historias de naves extranjeras varadas en Japón y de marineros japoneses que arribaron del extranjero.
El folclorista Yanagita Kunio una vez dijo que todas las leyendas de utsurobune son ficciones infundadas. «Pero en el caso del utsurobune de Hitachi, existe una clara diferencia de otras historias alrededor del país» dice Tanaka. «Primero que se especifica que ocurrió en 1803. Y además es extraño que hayan ilustraciones de una nave que hiciera recordar a un platillo volador. Siento que probablemente sea la historia de algo que realmente ocurrió. Japón estaba realmente aislado en ese entonces, por lo que un naufragio de una nave extranjera o de una persona extranjera que hubiera arribado al país hubiese sido un evento importantísimo, y un oficial del gobierno hubiese investigado y dejado un registro público del mismo.»
Del Ōshuku zakki (Notas de Ōshuku; circa 1815) por Komai Norimura, un vasallo del poderoso daimyō Matsudaira Sadanobu. (Biblioteca del Congreso Nacional)
Existen innumerables misterios conectados con las “naves huecas”, como el significado de la escritura en su interior. Tanaka tiene una teoría de que las mismas le recuerdan a letras pseudo-romanas, a veces vistas en el borde de impresiones de ukiyo-e. «Pudo haber sido algo simplemente decorativo. Sin embargo, ¡no es imposible que descubramos evidencia de una escritura alienígena!» dice riéndose. «Es probable que hubieran descubrimientos importantes de material actualmente desconocido, relacionado con los utsurobune y nuevas revelaciones. Esta leyenda es muy atractiva porque es posible encontrarse con teorías muy variadas. Tener una historia como esta en Japón —140 años antes que los avistajes de OVNIS en Estados Unidos— que estimula la imaginación a este punto, me recuerda lo fascinante que puede ser la cultura japonesa».
Sanshin es un instrumento de cuerdas okinawense. Se escribe con los kanji 三線 y literalmente significa «tres cuerdas». La forma del mismo hace recordar al shamisen, porque básicamente el sanshin fue el prototipo del shamisen japonés.
El sanshin tiene como precursor al sanxian (三弦) chino, que fue introducido al Reino de Ryūkyū (actual Okinawa) en siglo XIV, ya que tenía estrechos lazos con China y junto al intenso intercambio marítimo comercial entre las diferentes pueblos del sudeste asiático, llevó a este reino a absorber la cultura de otras naciones.
Al igual que el sanxian, posee un mango largo y angosto, sin trastes. Este se continúa en una pica que atraviesa la caja de resonancia rectangular. La misma se construye con tapa y fondo de piel de habu (una serpiente okinawense) cubriendo las fajas de madera. Actualmente también se utilizan materiales sintéticos, aunque el sonido es un poco diferente.
El sanshin es el instrumento por excelencia en la cultura okinawense y me atrevería a decir que cada familia posee al menos uno en su casa. Forma parte del día a día de este pueblo.
Se lo utiliza en diferentes géneros musicales:
Música clásica rykyuana (琉球古典音楽, Ryūkyū koten ongaku): era la música de la corte y se ejecutaba para los nobles en el castillo de Shuri. La misma era ejecutada por funcionarios del reino
Popular o folclórica (民謡, Min’yo): era un género interpretado por los plebeyos y entre sus ritmos se encuentran las danzas eisā y kachāshī.
Nuevo folclore (新民謡, shin min’yō): folclore contemporáneo. Los mayores exponentes son Sadao China y Seijin Noborikawa.
Actual pop okinawense: Okinawa ha visto una gran influencia del rock debido a la ocupación militar norteamericana con el fin de la Segunda Guerra Mundial. Debido a esto, en décadas siguientes muchos músicos locales han realizado mezcla de estilos folklóricos con música electrónica. Ejemplo de esto son Rinken Band, Begin, etc.
¿Cómo suena un sanshin?
Cuatro estilos diferentes (tradicional y moderno) utilizando este instrumento
Japón ha adoptado muchas costumbres occidentales y se ha modernizado muchísimo, sin embargo una costumbre que está muy arraigada a su cultura es la del «shōtengai» o calles comerciales techadas.
Los shōtengai pueden ser una o varias calles que se entrecruzan para formar un núcleo o zona comercial. A pesar que hay menos que en el pasado, todavía siguen siendo comunes en algunos barrios y no es necesario recorrer grandes distancias para hacer las compras. Aquí podremos encontrar todo lo necesario para resolver nuestra vida cotidiana: farmacias, carnicerías, sastrerías, electrónica, orfebres, bares e incluso hasta algún club nocturno.
Los japoneses tienen la costumbre de la proximidad cuando comercian. Los locales generalmente están atendidos por sus dueños y los mismos llevan décadas haciendo lo mismo. Esto asegura un trato excelente y fidelidad por parte de los clientes.
Además de encontrarse negocios interesantes y productos de primera calidad, los shōtengai son un pintoresco atractivo turístico.
Tengu (天狗) se podría traducir literalmente como «perro celestial» y es una criatura propia del folklore fantástico japonés. Si bien proviene del demonio chino tiangou, el tengu se representa con una criatura humanoide con aspecto de ave. Con el tiempo fue cambiando su aspecto de ave y su pico pasó a ser una nariz muy prominente.
Los tengu estaban asociados con el advenimiento de alguna guerra. Tenían la mala reputación de hacer desaparecer monjes, poseer mujeres para tentar a los hombres santos o saquear templos. Algunas tradiciones los señalaban como espíritus reencarnados de monjes furiosos o herejes. Otra característica de estos demonios era la de poseer un gran orgullo y vanidad.
Con el tiempo, la imagen de estos seres se fue suavizando, hasta llegar -en algunos casos- a convertirse en una deidad bondadosa, protectora de algunos templos budistas.
Karasu tengu (Tengu cuervo). Templo budista en Miyajima en Hiroshima.
En lo que respecta a las artes marciales, los tengu eran expertos espadachines. Es por eso que algunos apodaron «Pequeño tengu» a Miyamoto Musashi.
El libro de los 5 anillos (en japonés 五輪書 [Go-rin no sho]) de Miyamoto Musashi, es la obra que cerró el último capítulo de su vida, finalizado pocas semanas antes de su fallecimiento (13 de junio de 1645).
Musashi, siendo un ronin (samurái libre sin señor feudal), dedicó su vida al arte de la espada (aunque no fundó ninguna escuela), batiéndose a duelo con varios samuráis en sus constantes viajes a lo largo del país, convirtiéndose en el samurái más famoso del país. Con los años fue aprendiendo el arte de la estrategia mientras pulía su técnica y aprendía acerca de la espada. Finalmente en su retiro decide recopilarlo todo en un único libro, uno de los manuales más completos que existen sobre esgrima y estrategia.
Miyamoto Musashi practicando con un bokken (espada de madera) en cada mano. Fuente: Wikipedia
Este es un libro clásico de la literatura japonesa con el que algunos hacen analogía con «El Arte de la Guerra» de Sun Tzu.
Ya hace un buen tiempo, el mundo empresarial toma como referencia El «Libro de los Cinco Anillos» y «El Arte de la Guerra» como manuales de referencia para encarar los negocios.
Sin embargo, los lineamientos de Musashi, influenciado en el sintoísmo, el budismo zen y el confucianismo, se pueden trasladar a nuestras vidas:
Piensa honestamente.
Conoce los Caminos de otras profesiones.
Distingue las ventajas y desventajas de cualquier asunto.
Aprende a ver las cosas con un enfoque preciso.
Percibe y comprende aquellas cosas que a simple vista no se pueden ver.
Presta atención aún en los pequeños detalles.
Haz cosas útiles.
Estar en equilibrio, el ánimo no debe estar sobresaltado pero tampoco menguado.
No debemos sentirnos mucho pero tampoco sentirnos menos.
Debe haber un equilibrio entre cuerpo y sentimientos: los sentimientos no deben dominar al cuerpo, ni el cuerpo dominar a los sentimientos
Debe dominar a todos es la inteligencia. La sabiduría en el campo de batalla es lo que domina.
entre otros valores
La traducción de un idioma diametralmente opuesto al español como es el japonés, puede ser difícil de comprender, por lo tanto es recomendable releerlo en momentos diferentes.
Esta obra no es sobre triunfar sobre el enemigo, sino sobre uno mismo.
Dos haiku relacionados con la libélula roja y la llegada del otoño.
「秋の季の赤蜻蛉に定まりぬ」
(Aki no ki no akatonbo ni sadamarinu)
El comienzo del otoño,
Decidido
Por la libélula roja
Shirao Kaya 加舎白雄 (1738-1791)
Foto tomada en Yomitan, Okinawa. Año 2019
「秋の日の染めた色なり赤蜻蛉」
Aki no hi no someta iro nari akatonbo
Teñida ella está con el
color de los días otoñales,
Oh libélula roja.
Hori Bakusui 堀麦水(1718-1783)
«El cielo es azul, la tierra es blanca» o mejor dicho «El maletín del maestro (Sensei no kaban)» de Hiromi Kawakami
En estos tiempos de interminable cuarentena, recomendamos leer a una escritora japonesa: Hiromi Kawakami. En esta ocasión el título es «El cielo es azul, la tierra blanca». Una traducción bastante alejada del título original: «Sensei no kaban» (El maletín del maestro). Si leen el libro, se darán cuenta que el título en japonés es mucho más acertado que el de la traducción al español.
La historia en pocas palabras: es la historia Tsukiko, una joven japonesa un poco depresiva viviendo en Tōkyō y cuya monótona vida cambia cuando se reencuentra con su maestro del secundario, con quien comparte copas en un izakaya (taberna japonesa).
Esta es una historia romántica atípica y a la japonesa, sin los clichés ni la cursilería apasionada de los best sellers románticos occidentales.
Todo gira en torno a dos personas solitarias en una ciudad muy grande, donde los silencios y gestos entre ambos tal vez dicen más que las palabras.
“10 años con Hayao Miyazaki” es un documental de la NHK que consta de cuatro partes y relata el proceso creativo del legendario cineasta japonés Hayao Miyazaki. Lo muestran como un artesano apasionado, un pionero decidido y un padre que choca con su hijo.
Los cuatro capítulos duran 49’ y está disponible con subtítulos en español.
Sumimasen es la palabra mágica que nos puede salvar de cualquier malentendido en Japón.
El periodista británico James May nos lleva a un viaje poco convencional por lugares de Japón que tal vez no veríamos en algún programa de viajes, o lo que nos mostraría algún youtuber.
Lo interesante de este programa es la visión auténtica, 100% occidental y despojada de cualquier conocimiento previo sobre Japón.
La postura de James May es constante: sorpresa, admiración y desconcierto.
El programa está disponible en Amazon Prime.
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