Considerados los de mejor calidad a nivel mundial
Los inciensos japoneses poseen un estándar de calidad muy alto.
No solamente por la utilización de materias primas muy finas y naturales, sino también porque su elaboración está íntegramente ligada a los conocimientos de maestros artesanos especializados y perfumistas calificados.
Al encender y disfrutar del aroma de un incienso japonés, entiendes que fueron hechos con muchísimo detalle y esmero.
Las varillas no poseen núcleo de madera en su interior: emanan poco humo, sus fragancias son más puras y generan poco residuo.
Esta particularidad favorece en gran medida a la fragancia que desprende, que será puro, sin interferencia del aroma a madera quemada.
El residuo de la combustión de la misma es una ceniza muy fina, de fácil limpieza.
Aromas más suaves que no saturan.

No poseen ingredientes sintéticos ni aditivos, por lo que las fragancias son particularmente suaves, delicadas, muy agradables. Justamente se tratan de aromas que invitan a relajarse y a despertar nuestros sentidos.
Son los favoritos de aquellas personas que no se hallan cómodas con los aromas fuertes de inciensos de dudosa procedencia y elaboración, que generalmente invaden el sentido del olfato y, en el peor de los casos, hasta provocan dolor de cabeza indeseado.
Pueden utilizarse en ambientes pequeños.
Por todas las razones antes mencionadas, pueden ser utilizados en ambientes de pequeñas dimensiones.
Además pueden partirse, pudiendo encender sólo una pequeña parte si lo deseas: cortas cuidadosamente con tus manos una pequeña parte de la varilla, lo dejas encendido unos minutos, y tus espacios quedarán exquisitamente perfumados.
